Biombos, quimonos, telas o prendas hechas a ganchillo por artesanos japoneses se pueden ver desde hoy en la sala de exposiciones del Teatro Juan Bravo, gracias a un convenio suscrito por la Diputación de Segovia y la asociación Alba.
Colorido, tradición o perfección son solo algunas de las palabras que definen la muestra abierta al público, que se podrá visitar durante prácticamente todo el mes de octubre. No obstante, hoy los quimonos no solo estaban expuestos, sino que eran lucidos por el grupo de alumnos llegados desde la localidad japonesa de Kobe para estudiar en Segovia castellano durante las próximas semanas. Detrás de ese intercambio se encuentra también la asociación Alba y su coordinadora, la segoviana Montse Sanz, quien es catedrática de estudios extranjeros en la Universidad de aquella ciudad.
A la inauguración de esta mañana asistieron el presidente de la Diputación, Francisco Vázquez; el diputado de Cultura, José Carlos Monsalve; la comisaria de la exposición, Jacqueline Tessier Okuma; la propia Montse Sanz; y algunos de los artesanos que participan en la exposición, como Sadare Kurotake, quien es también embajador de Turismo y Cultura de Kioto, y vicepresidente de la Cámara de Comercio de esa ciudad.
Unas 200 personas se dieron cita en el acto, pues los alumnos japoneses conviven estos días con distintas familias segovianas para perfeccionar su castellano, por lo que sus anfitriones provinciales no quisieron perderse tampoco la inauguración.
Vázquez destacó la belleza de la exposición que ha llegado hoy al Teatro Juan Bravo, y mostró su deseo de que esta colaboración con Kioto tenga su continuidad, aprovechando la celebración este año del IV Centenario del inicio de relaciones entre España y Japón.
Un testigo que recogió Kurotake en su intervención. Elogió la belleza de Segovia, una ciudad que ya había visitado con anterioridad, y expresó también su deseo de que se repita este intercambio cultural.
La inauguración se cerró con una canción en japonés entonada por el propio Kurotake. Antes, había tocado el shakuhachi, instrumento japonés, el senor Yoshiro Shikano, uno de los alumnos que han llegado a Segovia. Y también actuaron, con sendas guitarras, los dos componentes del grupo musical GoDoFamily, que interpretaron una pieza compuesta precisamente para la ocasión.
Especialmente emocionada en el acto se encontraba Montse Sanz, quien viene trabajando incansablemente desde hace años por estrechar lazos entre Segovia y Japón. “Quiero dejar algo intangible, pero de consecuencias insospechadas. Que las personas que hacen el esfuerzo de volar tantas horas en avión, encuentren amistades aquí y no sólo se queden con piedras que visitan”.
Entre los artesanos que participan en esta muestra, figuran Megumi Koyama, autor de las prendas de ganchillo; Maki Schmok, responsable de las pinturas colgantes; Génmei Takahashi, quien ha hecho las telas; o el propio Kurotake, quien ha confeccionado los biombos.